El estadio Núñez está muy cambiado. Se ha trabajado mucho y se lo sigue haciendo.

De ver tantas falencias; plateas y tribunas despintadas, sucias; de apoya brazos caídos y hasta peligrosos para los más chicos; de ver un campo de juego generalmente malo; alambrados rotos por el paso del tiempo y de algunos hinchas que al menos  recordaban tiempos de gloria como la llegada de Quilmes o Unión de Santa Fe; además de equipos propios que les han dado a sus hinchas muy pocas alegrías en estos tiempos, con jugadores que llegaban sin cartel, que cobrando mucho  jugaban poco. A todo eso nos fuimos acostumbrando por lo que ya casi nos parece algo natural.

Por eso es que quizás golpea más ir por estos días a darse una vuelta por el estadio de los hermanos ‘Manuel y Ramón T. Núñez’ con una rica historia de más de 50 años en lo deportivo y poca historia en lo que hace a cuidados.
Ir hoy por el ‘Núñez’ es encontrarse con muchos cambios que hacen ilusionar con que puedan continuarse y tener mayores mejoras, porque el trabajo realizado es muy importante y costoso pero, el descuido también, y es mucho lo que hay que hacer.
Pero el que vaya por primera vez se encontrará con unas torres de iluminación con nuevas lámparas a la espera de que Hugo Sturn prenda la llave y llene de luz ese «verde césped» como decía el recordado Angel Labruna que, poco a poco va ganando el terreno del campo de juego. La ‘vedette’ de estos trabajos que se realizan en el Núñez y que si bien el ‘Cabezón’ Morales, el ‘Noni’ Alba, el ‘Nono’ Díaz, Luciano Leguizamón o el ‘Lalo’ Colombo por nombrar algunos de los que hicieron grande al fútbol del Lobo, supieron brillar en campos de juego no tan parejos, ni tan verdes, el espectáculo siempre se ve mejor con un campo de juego perfecto como al que apunta la dirigencia de Gimnasia.

También se encontrará con alambres nuevos en algunos sectores del estadio y limpieza general del predio, algo que no requería demasiado dinero pero tampoco se había hecho.
Además plateas, gradas y tribunas ya comienzan a tomar otro color; y en el caso de las plateas y gradas es, por ahora, gris para enojo de aquellos hinchas que limpiaron todo el estadio con una hidro y comenzaron a pintarlos cuestión que ahora se habría tercerizado, al menos en lo que hace a las plateas las que fueron pintadas de gris. «Se quieren parecer al River Camp» nos dice uno de esos enojados hinchas aunque, a nosotros, se nos aseguró que es sólo una base para luego pintar el celeste y blanco,

El Lobo está cambiado; también se trabaja en los vestuarios y en la sala médica; se han agregado portones para el más fácil ingreso de ambulancias, por ejemplo, al estadio. Y, sobre el equipo, ya hemos hablado, lo hemos dicho todo y si bien las sensaciones son buenas siempre se depende de los resultados.
Pero ya falta poco para que la gente pueda ver y disfrutar de este ‘nuevo’ estadio Núñez de Gimnasia y Esgrima que está muy cambiado pero, sin dudas, para bien.