BETINA MUY FELIZ POR SU PODIO EN LOS 100K DEL ACONCAGUA

Betina Bonnin afrontó y con éxito otra difícil misión con los 100k del Aconcagua Ultra Trail prueba en la que finalizó tercera en la general entre las chicas luego de una prueba que, para ella, duró más de 18 horas.

Con una mochila que, como mínimo debe pesar 3,5kg y que con el correr de la prueba parece mucho más pesada; «en el final parece que llevas 100 kg. en la espalda», nos dice Betina mientras recuerda cada uno de los escollos que tuvo que soportar para poder llegar al final y cumplir con el objetivo. porque además hay que ir superando diversas dificultades que se presentan en el Aconcagua. Senderos de montaña de menor y mayor dificultad técnica, ascendiendo en todos los casos al menos hasta 3.500 metros sobre el nivel del mar donde y todo esto corriendo muchas horas de noche dado que la carrera arrancó a las 4:00 de la mañana del sábado para terminar pasadas las 22:00 en el caso de Betina. Pero no fueron los únicos escollos porque a la altura con su bajo nivel de oxígeno, el desnivel positivo a cubrir y el fuerte viento de la zona, «que por momentos no nos dejaba avanzar», nos cuenta Betina sobre lo vivido y no nos olvidamos que la prueba era de 100 kilómetros.
De todo esto dialogamos con Betina Bonnin quien, muy feliz por lo realizado, feliz por haber podido cumplir con el objetivo y feliz por el podio logrado, nos contó pormenores de esta nueva experiencia para que nosotros y los seguidores de Deporte Digital puedan conocer algo más de lo que significa «esta locura» de correr semejante prueba en lugares tan hostiles y encima recorrer varios kilómetros de noche .

¿Qué significa tener que presentar Currículum para poder correr?.
«Cuando en una carrera hay ultradistancias (más de 42 km.), algunos organizadores quiere garantizarse que las personas que larguen tengan la experiencia necesaria para prevenir problemas físicos propios de la exigencia, extravíos, etc. Hay dos maneras: se envía un listado donde se detallen las carreras de extensión en las que se haya participado en los dos años anteriores o se descarga de la página de la International Trail-Running Association (ITRA) el puntaje al día de la inscripción. Ellos puntúan las carreras de acuerdo a su extensión, desnivel y complejidad, a mayor dificultad mayor cantidad de puntos. El corredor que completa carreras puntuadas ingresa en ese ranking. La organización evalúa lo enviado y avisa si te aceptan en la distancia que querías o solo en la inferior.
¿Es muy costoso participar en estas pruebas?
«Sin dudas que es costoso, ya que son varios los ítems a considerar. Pero también es cierto que siendo flexible y no pretendiendo iniciarse con equipamiento de primera marca y de primer nivel, es decir adecuando las compras al nivel deportivo propio, siempre es posible. Además, al evaluar todos estos costos y compararlos con el costo de enfermedades que se previenen viviendo esta vida saludable, no hay dudas cual es la opción a elegir.
«Respecto a las inscripciones, hay de diferentes precios, varían según el servicio que ofrecen. En este caso, era costoso y además había que pagar el pase al Parque Nacional Aconcagua que habilitaba a subir hasta Plaza Francia. Esa entrada incluye seguro y medios de rescate (helicóptero, por ejemplo).
«También hay que tener en cuenta el traslado y alojamiento. Para este caso, debimos viajar días antes para la aclimatación que es indispensable. Además se debe tener en cuenta contar con el equipamiento adecuado para el lugar donde se corre, la ropa técnica tiene costos altísimos (una campera impermeable de buena calidad ronda en $ 15.000, por ejemplo).
«En mi caso, me auspician la Universidad de Concepción del Uruguay desde 2013 y Aluplast desde el año pasado. Para esta carrera, también he tenido colaboración de la Río Uruguay Seguro y Electro Aguirre».

¿Cuál fue el momento más complicado de la prueba?
«La primera parte de la carrera fue la más técnica pero a la vez la más entretenida: el objetivo era llegar a ver el Aconcagua de frente, y por eso esos 40 kms se pasaron rapidísimo. Largamos a las 4 de la mañana, vimos en el cielo totalmente estrellado, el desfile de los satélites, el Aconcagua clarearse por el amanecer, el campamento Confluencia con muchas carpas de montañistas, todo muy lindo. La etapa más difícil fue entre el km 45 y 73: 30 kms corriendo con viento en contra, con promedio de 30 km/h y ráfagas de 50 km/h. Este viento es el que recibimos durante 20 km de terrenos complejos y en el caracol de ascenso de subida al Cristo redentor. Una muestra de la dificultad es que en la última curva llegando al Puesto de control, durante 200 mts, los organizadores nos ayudaban a avanzar, ni apoyándonos con los bastones podíamos hacerlo.

Otro tramo complicado fue el tramo final, que realicé con luz de linterna. Eso impidió que pudiera correr o trotar, porque el riesgo de tropezar en los terrenos muy técnicos era alto. Además hay que ir buscando las marcas refractarias. Estas dos características hace que el tiempo insumido sea muchísimo más que si se realiza con luz diurna».

¿En algún momento no pensaste «qué hago acá, porque no me quedé tranquila en casa»?
Realmente no. Lo que sí pensé es que hubiera sido mucho mejor participar en la carrera de 60 kms, ya que ellos no realizaban la subida hasta el Cristo».
¿Hay solidaridad en la prueba o cada cual hace lo suyo?
«Hay mucha solidaridad, todo el tiempo. A medida que se avanza se van formando “equipos”, nos asistimos mutuamente con elementos o apoyo. Por ejemplo, en los kilómetros de viento en contra, formábamos fila india y nos íbamos turnando para liderarla. También en subidas técnicas, nos ayudamos a “escalar”. En esto quiero destacar que esa actitud de solidaridad es compartida por la organización. Un ejemplo es el acompañamiento que me dieron en los últimos kilómetros que realicé de noche: fueron caminando a la par mía y me prestaron su linterna para que viera mejor. Es claro que no brindan ninguna ayuda desleal sino que permiten que se pueda completar el tramo de la mejor manera.
«La solidaridad también es necesaria en los grupos que viajan a las pruebas, ya que generalmente se comparten momentos de ansiedad y nerviosismo, diferentes modos de alimentarse, costumbres propias, etc.
«También destaco la buena atención de la gente de la zona, sobre todo en el alojamiento donde paramos varios días, Hostel “Mundo perdido”.

¿Tras 100k cuanto tiempo demoras en recuperarte y que haces para ello?
«Hay tres momentos claves en que se evidencian la buena preparación (entrenamiento físico y mental + nutrición + descanso): llegar sano a la largada, llegar sano a la meta y una rápida recuperación.
«Respecto a la recuperación, es mi primera vez corriendo 100 kms sin parar, pero entiendo que será rápida, tomando como parámetro pruebas anteriores. Es importante reiniciar la actividad deportiva en forma paulatina, descansar muchísimo y nutrir al cuerpo para que reponga todo lo dañado. Respecto a ese punto, cada corredor de ultra debe recurrir a un profesional que lo asesore, porque cada cuerpo tiene sus características».
¿Con qué profesor estás trabajando?
«Me entreno con Mauricio Boletti, de Gualeguay, desde abril del año pasado. Es un preparador muy responsable, realiza un seguimiento permanente, pero a la vez flexible, ya que me permite realizar pruebas de muy diferentes tipos. En plena preparación para correr 100k de montaña, quise correr la Maratón de Reyes, 10k en asfalto, prueba de velocidad. Además, me gusta participar en carrera de bicicleta y a partir de 2019 en duatlones».

¿Con cuántos kilos va la mochila que llevas?
«La mochila pesa normalmente entre 2,5 kg y 4 kg. En ella llevamos por un lado los elementos obligatorios, que para esta carrera fueron: al menos 1 litro de líquido, campera rompeviento, calza larga térmica, abrigo micro polar, remera térmica, manta térmica, lentes, silbato (la ropa detallada puede ir puesta también). Además de eso cada corredor lleva los elementos que considere necesarios: alimentos, geles, sales, protector solar, botiquín de primeros auxilios, etc.
Tras este desafío de 100k totalmente aprobado ¿qué prueba tenés en el horizonte?
En el mes de mayo correré los 200 km en Fiambalá, Catamarca que son 5 días o los 80 km (non stop) en San Juan, aún no lo tengo decidido. También quiero debutar corriendo en pista en la modalidad de 6 hs. y también hacer alguna carrera de bicicleta de larga duración que no sea muy técnica. En forma paralela haré carreras de Rural Bike, a medida que se defina el calendario.
«De calle seguramente correré sólo Alcec y Maratón UCU, que junto a la Maratón de Reyes son mis carreras más representativas».

LA CARRERA
La prueba, denominada «Aconcagua Ultra Trail» corrida en Penitentes, departamento de Las Heras, Mendoza se disputó en su 4ª Edición en 5 distancias: 15, 25, 42, 60 y 100 km., todas non stop, es decir sin etapas. El evento comenzó el sábado a las 4:00 con la largada de los 100 km estando previsto el tope de llegada a las 2.00 del día domingo.
La exigencia de la prueba lo da el hecho de que sólo 19 de los 32 que largaron los 100k lograron llegar a la meta. Betina nos cuenta que, previo a la carrera, «el Director de carrera expresó que por sus principales dificultades estas distancias en ese terreno representan distancias mayores en cualquier otra prueba».
En el recorrido de 100k, los atletas partieron desde el centro de sky Penitentes (2.581 metros sobre el nivel del mar) recorriéndose Puente del Inca, el Parque Nacional Aconcagua hasta Plaza Francia (4.222 m.) llegando hasta el punto limítrofe con Chile, el Cristo Redentor (3.900 m.s.n.) para unir, en la carrera los dos principales hitos de la cordillera mendocina.

OTRO REPRESENTANTE LOCAL
Ricardo Becker fue el otro representante de Concepción del Uruguay, en este caso en los 25 km, ocupando el puesto 15º en la General Caballeros con un tiempo de 03:51:52 y subiendo al podio en 3er. lugar en su categoría (Caballeros 50/59 años).
De la región, participaron Aníbal Allaud y Julián Barreto (ambos de San José), en 60 km y Gustavo del Río (Colón) en 42 km, completando todos su recorrido exitosamente. Allaud fue elegido como el deportista del año en 2019 en su ciudad.

LA FELICIDAD POR EL TERCER PUESTO
Betina, quien ya estaba más que conforme con haber podido cumplir con el objetivo de llegar «más lejos y más alto» tuvo otro premio con el tercer lugar en la general de mujeres. Completó el recorrido de los 100 km en 18:53, con lo que ocupo el 3º lugar en el podio de la General Damas. La ganadora, fue la mendocina María Silvina “Chila” Pérez, profesora de Educación Física, a cargo de un grupo de entrenamiento propio y participante y ganadora de pruebas nacionales e internacionales, inclusive la UTMB. El segundo lugar fue ocupado por Sofía Cantilo, reconocida participante de ultra maratones, por ejemplo las 200 millas (320 km) en Estados Unidos. Betina estaba segunda hasta el km 70, pero a partir de allí la experiencia de Cantilo en bajadas técnicas y resistencia prevalecieron. Entre los varones ganó Cristian Herrera (13:19:12); siendo segundo el puntano Cristian Bartolochini (13:48:39) y tercero el bonaerense del partido de Chacabuco Mariano Nieto (14:51:53).

4 comentarios sobre “BETINA MUY FELIZ POR SU PODIO EN LOS 100K DEL ACONCAGUA”

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