POR MESSI: DE QUE NO NOS QUIERA CASI NADIE A QUE NOS QUIERAN CASI TODOS

Es increíble que un jugador haya hecho cambiar la visión sobre el fútbol argentino en gran parte del mundo.

La soberbia y altanería de los porteños y algunos del interior que se creen nacidos en el CABA; por la tan mentada «viveza criolla», por creerse los mejores del mundo o que «el argentino todo lo puede» y muchas de esas actitudes hizo que, en Sudamérica, no nos quiera casi nadie y cada presentación de un equipo vistiendo la Celeste y Blanca, del deporte que sea, era bajo una silbatina general. Por momentos pensamos que Díos se había equivocado y que era Cristiano Ronaldo el que más se nos parecía y no Messi. Y de esto no hace mucho, basta repasar los videos de eliminatorias o los cruces de Copa Libertadores donde cada presentación era para que nuestros representante sean insultados, escupido y que hasta se silbe nuestro himno.
Pero un zurdo, de apellido Messi, chiquito de 1,70 y apenas 72 kilos y simplemente, con una pelota en los pies comenzó a transformar la opinión del mundo acerca de nuestro fútbol.
Lionel Andrés Messi, muy bien rodeado por Leonel Scaloni y el resto de los jugadores del seleccionado argentino, comenzaron a cambiar la historia y tras la obtención de la Copa del Mundo todos se rindieron a los pies de ese pequeño gran gigante quien con una pelota en los pies, esas de plástico e inmanejable; con una vida familiar que es su pilar y mucha humildad hizo que el mundo se rinda a sus pies; que los máximos artistas y deportistas del mundo hablen maravillas y que pese a irse a los que todos consideran una liga menor, la MLS, no para de conseguir halagos y que los principales deportistas del país del norte quieran ir a ver sus partidos.


Y lo más grosso ocurrió este martes cuando Argentina visitó a Bolivia por las eliminatorias y lo recibió un pueblo colmado de camisetas celeste y blanca con el Messi en la espalda. De tal magnitud fue la repercusión de Messi en el país que debió salir su máximo ídolo, Marcelo Moreno Martins, a pedir que «necesitamos el apoyo de nuestra gente». La gente quería que gane Argentina, por Messi obviamente, antes que el seleccionado de su país.
Messi no jugó, estuvo en el banco de suplentes pero todas las cámaras apuntaban a ese sitio y, dentro de la cancha, fueron otros los que recibieron los aplausos bolivianos «Dibu» Martínez y «Fideo Di María, principalmente y, por varios momentos se escuchó el «Messi, Messi».


Obviamente que no siempre será así; se juegan las Eliminatorias Sudamericanas y sabemos todo lo que eso representa pero, al menos, se puede ir pensando que habrá respeto y todo eso gracias a ese chiquito de 1,70, que habla rosarino pese a que, desde siempre vivió en Barcelona. El mismo que fue vapuleado, criticado y maltratado por el simple hecho de no ganar por aquellos porteños y sus secuaces del interior. Pero como dijo el Diego, son «panqueques» y ahora nadie se quiere bajar de la «Scaloneta» (nombre que apareció como una burla sobre el nuevo técnico de la selección). Los que no mienten son los chicos; ellos no escuchan ni leen a los más grandes y ellos adoptaron a Messi como ídolo desde antes que comience a ganar con la selección porque, para ellos, como le dijo un chico de 11 años a La Nación al preguntarle porqué quería a Messi. “Porque es el número uno. Pero además, es uno de nosotros. No se la cree. Es sencillo. Quiere a los chicos, juega al fútbol con sus hijos además de jugar con los mejores. Lo quiero mucho”. Los chicos no mienten.

Palabra de un chileno

Si hay un país donde seguramente nos la pasará bien nuestro seleccionado es Chile. Ellos no nos quieren y nosotros tampoco a ello y por eso vale resaltar lo que escribió Marcelo Díaz, el «Chelo» que pasara por Racing y la selección chilena.
«Juegan como un verdadero equipo en su selección, juegan individualmente en los mejores equipos del mundo, tienen al mejor jugador del mundo en sus filas, ganaron la Copa América, ganaron La Finalissima, son campeones del mundo, son todos millonarios y se tiran de cabeza en todo momento, como si les faltara gloria deportiva. Sin dignos de admirar y son un lindo ejemplo para el deporte en general. Viva el fútbol carajo».
Esto que hizo enojar a los chilenos refleja claramente lo que hizo el seleccionado argentino con Messi a la cabeza.