En una calurosa tarde llegó a nuestra ciudad Milagros Victoria Pereyra, la campeona del mundo en bochas. Tuvo un gran recibimiento.
Traída desde Buenos Aires por Thiago Cergneux que la fue a buscar a Ezeiza en su feliz regreso desde Turqúia. Pasadas las 13:00 arribó a la zona de la rotonda al Monumento a Urquiza la campeona del mundo en bochas, «Mili» Pereyra.

Recibidas por su grupo de amigos y mucha gente que se dio cita para acompañarla. Se vivieron momentos de mucha emoción. Tras largos abrazos, el primero con mamá Mónica, se subió la autobomba de los Bomberos y se fue rumbo a la plaza General Ramírez con el cariño de su gente acompañándola en autos y mucha gente a la vera del camino para brindarle su reconocimiento.

La caravana finalizó en su club, Sarmiento, donde se desató la fiesta de humo, espuma y canciones. El «Brasil decime que se siente….» fue lo que más sonó. Gente de las bochas, sus amigas de fútbol 5 que armaron «el pogo más grande de la ciudad»; sus entrenadores de bochas y físico y, principalmente, su familia, esa que nunca falla y que siempre está, en las buenas y en las malas.
