El delantero nacido en Villaguay sigue siendo jugador fundamental en el equipo de Hernán.

Muchos dijeron que ya era historia en el fútbol del Torneo Federal; que «está roto», que la rodilla y muchas cuestiones más que hacían a Lautaro Robles fuera desde esta temporada en Depro.
Pero Lautaro sigue siendo el temible goleador que llegó desde Villaguay en 2011 para sumarse al equipo que, por ese entonces dirigían los hermanos Brisolesi.
Aquel chico tímido que llegó a Pronunciamiento pronto se convirtió en una gran referente del equipo; junto al correntino Héctor Echagüe y Marcelo Luciano Estigarribia, otro nacido en Villaguay y que se sumó a Depro en 2014, un tridente ofensivo que llenó de felicidad a los hinchas de este club; mantuvo a Depro en lo más alto de la categoría y rival de riesgo para cualquiera.

La que se enoja cuando lo reemplazan
Detrás del arco que da la espalda a nuestra ciudad y pagada del alambrado se acomoda la señora de Lautaro para ver el partido y esperar el saludo cada festejo. También está su pequeña hija, que se enoja mucho, cuando su papá es reemplazado.

Por algunas temporadas Robles se fue por tres temporadas; pasó por Gimnasia y Esgrima, Central Córdoba y Sarmiento de Resistencia, para volver a Depro en el 2020.
«Seguro que vino para retirarse en este equipo» también comentaron y en la medida que encontró respaldo en el equipo Lautaro volvió a ser ese gran goleador que vimos durante ya más de 10 años en Depro y uno en Gimnasia. El, ajenos a todos esos comentarios, sostuvo «vine para darle lo mejor a Depro. Todavía tengo mucho para darle al Depro. No quería regresar con lo último», expresó el «Caco». Ya está muy cerca de los 100 goles en su campaña.
En un mercado donde los delanteros valen mucha plata pese a jugar en la tercera categoría del fútbol argentino, Lautaro ya suma cuatro goles cuando el goleador del torneo, Cristian Amarilla de Olimpo, suma 6, pero seguro ninguno de taco como el que Robles le hizo a Gimnasia.
Con 37 años a cuesta, Lautaro sigue desmintiendo a todos aquellos agoreros que anunciaban que ya estaba retirado, que su rodilla estaba maltrecha para seguir siendo la carta de triunfo de este Depro que perdió a muchos jugadores pero sigue manteniendo al mejor.