BETINA BONNIN FUE 5ª EN LA «VUELTA AL LAGO EPECUÉN».

La Villa Epecuén fue escenario de su tradicional Vuelta al Lago con presencia uruguayense.

El pasado domingo se realizó la 5ª edición de la «Vuelta al Lago Epecuén», carrera ya consolidada en el calendario nacional. El lugar único -ubicado en la localidad de Carhué, provincia de Buenos Aires- por su lago con una historia tan particular, transforma a la competencia en una de las carreras imperdibles para todo runner. #corrermasalladeltiempo #correratravesdelahistoria son los slogan de la competencia.
La Villa Epecuén, a orillas del lago de una salinidad similar al Mar Muerto y con propiedades curativas, fue durante 65 años un centro turístico con afluencia masiva. En 1985, una inundación (en la cual la mano del hombre tuvo la mayor responsabilidad) provocó que la villa, sus construcciones, sus árboles, la historia de sus pobladores, desapareciera bajo las aguas saladas. Una vez que el nivel del lago volvió a la normalidad, y también su alta salinidad y propiedades, los habitantes decidieron recuperar su entidad hacia el turismo. Y lo hicieron desde la resiliencia, sumando las ruinas como atractivo a visitar.

LA CARRERA.
La prueba, que contó con varias distancias, tenía la de 63 kilómetros como principal, atraviesa gran variedad de terrenos: senderos rurales, campos sembrados y vírgenes pero sobre todo terrenos costeros en todas sus variantes: arena, sal, formaciones salitrosas y rocas. Además, la gran lluvia de la noche anterior a la prueba, sumó mucha dificultad anegando tramos a recorrer.
Por otro lado, la gran cantidad de aves (flamencos rosados por sobre todo) en toda su extensión, dieron un toque especial.
En este ambiente estuvo corriendo Betina Bonnin, la maratonista uruguayense quien fue 5ª en la clasificación general y se subió al podio en la categoría de 50 a 59 añostras un recorrido que le demandó 7:20 horas.