Los fallos de los ‘árbitros del poder’ siguen perjudicando y ensuciando al fútbol argentino.
El ‘Chino’ Sosa lo volvió hacer; esta vez el perjudicado fue Gimnasia y Esgrima de Mendoza al que le anularon un gol legítimo con el que le ganaba al Deportivo Riestra y se acomodaba en la punta del torneo.
«El correntino vio una mano que no existió en el cabezazo de Mondino. Era gol para Gimnasia ante Deportivo Riestra cuando el partido estaba 1 a 1 en el epílogo del encuentro.
Al equipo mendocino lo privaron de sumar de a tres por un fallo imperdonable del árbitro del partido en el estadio ‘Víctor Antonio Legrotaglie’ y por la 13ª fecha de la Primera Nacional.
A los 25 minutos de la segunda parte, el defensor Diego Mondino se elevó más alto que toda la defensa visitante y conectó de cabeza un envío que hubiera supuesto el legítimo 2-1 en favor de los dirigidos por el director técnico Diego Pozo. Pero el árbitro Sosa, en forma inexplicable, sancionó una mano que no se pudo observar en ninguna imagen repetida de televisión. La bronca acumulada continuó luego camino a los vestuarios, con una gresca generalizada en el túnel» cuentan los medios mendocinos.
Pero a quién puede extrañar esto que se produce fecha a fecha sin que los dirigentes alcen su voz dejando que le sigan ‘poniendo la mano en el bolsillo’ en el que hay cada vez menos pero siguen adelante dejándose basurear por los que manejan AFA y el Consejo Federal.
Un poquito de historia refleja lo que es el Consejo Federal. En la fecha anterior Nelson Sosa dirigió Chaco For Ever-Depro no dándole un gol legítimo al equipo de Chitero que era el empate. Error grosero comentaron los que vieron el partido. El premio a eso? Dirigir esta fecha en la Primera Nacional y a un equipo del poder, el Deportivo Riestra, el equipo de Víctor Stinfale.

HORA DE DECIR BASTA
El ‘Chino’ parece ser la bandera de los denominados ‘árbitros del poder’ donde hay varios más que son utilizados cuando se tienen que ayudar a los equipos del Consejo Federal encabezados por los santiagueños. Ante esto es hora de que los dirigentes digan basta, que se planten. De lo contrario y como decía Julio Grondona, ‘todo pasa’ y es una enorme verdad. Sale en los medios, se llena espacio con eso y a la semana siguiente vuelve a ocurrir.

RIESTRA Y EL PODER
Quién es Víctor Stinfale, el polémico abogado y empresario que atajó en Chicago y es “dueño” de Riestra?
En nota de Clarin se cuenta que «Defendió a numerosos clientes VIP, entre ellos barras de Boca y River. Estuvo 70 días preso acusado de ser uno de los organizadores de la fiesta electrónica Time Warp, en la que murieron 5 jóvenes.
“Si Hitler me da un millón de dólares, lo defiendo” le dijo alguna vez, sin ponerse colorado en una entrevista televisiva a Luis Majul. Bien provocativo, como es su estilo, dejó en claro su disposición para defender cualquier tipo de delito y/o delincuente. Por eso, a nadie le llamó la atención que entre sus clientes, por ejemplo, estuviera Luis “El Gordo” Valor, el famoso asaltante de bancos y jefe de una superbanda dedicada a delinquir en grande.
No fue al único que defendió, claro. Víctor Stinfale también tuvo como «clientes VIP» a José Barritta, el ya fallecido líder de La Doce, la barra brava de Boca; a William Schlenker, integrante de Los Borrachos del Tablón preso por el crimen de Gonzalo Acro; a Luciano Garbellano, amigo del exjuez federal Norberto Oyarbide y regente de -por lo menos- dos prostíbulos: Spartacus y Reverse; al traficante de armas sirio Monzer Al Kassar, amigo del expresidente Carlos Menem; y al ex policía Carlos Telleldín, acusado de armar la camioneta que se usó en el atentado contra la AMIA, cuando terminó imputado por gestionar un soborno. Junto a otros tres abogados que actuaron en el caso por el atentado a la mutual judía, el Comité de Disciplina del Colegio Público de Abogados lo sancionó un año por las irregularidades cometidas durante el juicio.
Después se acercó a Riestra donde hay varios hechos lamentables que nunca recibieron sanción alguna. Cuando se metió en Deportivo Riestra, llevó al club la publicidad de Speed, la ropa de Adidas, y a su -entonces- cliente más famoso, Diego Maradona, quedó muy ligado al club para el que Stinfale compró el predio de La Candela, en San Justo, que perteneció a Boca, en una operación de ocho cifras y en dólares».
(Los diarios mendocinos explotaron con el fallo de Sosa. La foto principal muestra uno de los títulos de Los Andes)