Jazmín Bertti y Berenice Carreón comenzaron a jugar en Don Bosco y hoy buscan un lugar en los dos grandes del país. El club decidió hacer un reconocimiento donde también estuvo Mauro Díaz otro de la cantera del «Saleciano».
Se termina el año y Don Bosco, esa cantera del fútbol de varones que ahora también pasó a ser de mujeres, agasajó a dos pequeñas que están en la dura tarea de abrirse camino en el profesionalismo.
Con 12 años Jazmín Bertti y Berenice Carreón decidieron irse a probar suerte en River Plate; su talento le permitió quedarse en el club pero, hasta los 14 años, no podían competir en forma oficial.
Fueron tiempos duros para sus familiares; de viajar seguido a Buenos Aires para que sus gurisas puedan desarrollar el sueño de ser futbolista profesional en uno de los grandes del fútbol argentino.
Esta temporada Bere decidió cambiar de rumbo; en noviembre se probó en Boca Juniors y, obviamente, fue aceptada en el club del que es hincha. Jaz, en tanto, sigue en River Plate.

Para ambos se viene una muy buena temporada porque, Jaz iniciará el 13 de enero la pretemporada con la U14 del «Millo» para dar el primer paso rumbo al sueño de llegar a jugar en la primera. Si todo va bien será fichada.
La tarea no es sencilla, no por lo que pueden dar las jugadoras, sí por el esfuerzo que deben hacer sus familiares soportando todos los costos de los viajes, etc etc. El fútbol femenino ha dado pasos importantes con la profesionalización de los planteles de primera pero aún falta mucho para equipararse con los varones.

No hay pensiones, ni nada que se le parezca por lo que todo depende de lo que pueda hacer la familia y como nos dicen del entorno familiar «en River, para seguir, hay que pensar en instalarse en Buenos Aires». Todo cuesta y en época de crisis, habituales en nuestro pais, el esfuerzo debe ser mayor.
Reconocimiento de Don Bosco
El club Don Bosco, donde comenzó esta aventura de Jazmín y Bere, dónde las cuidaron y defendieron, donde «sólo hay palabras de agradecimiento para su dirigente «Muyi» (Gómez), profesores, padres y sobre todos sus compañeros y amigos, que supieron integrarlas, cuidarlas y respetarlas dentro y fuera de una cancha» nos cuenta Romina, la mamá de Jazmín decidieron brindarle un reconocimiento junto a los otros chicos del club.
La jornada se vio engalonada con la presencia de Mauro Díaz, el jugador que también surgiera de Don Bosco, estuvo en River y que hoy juega en la Universidad Católica de Ecuador. El hijo del «Nono» Díaz acompañó a las chicas en esta experiencia que recordarán por mucho tiempo. Hay cosas que tienen más valor que cualquier otra y el cariño es uno de esos y Jaz y Bere lo vivieron en esa noche mágica de Don Bosco.
