Como seguramente habrá muchos en todos los clubes va este ejemplo como homenaje a todos ellos.

«Mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar» es una frase que dijo Juan Domingo Perón y que luego pronunciaron varios de nuestros gobernantes pero eso ya no nos corresponde, sólo escribimos de deportes. Además de los que «prometieron y nunca cumplieron» tenemos a varios en todos los órdenes de la vida en la que se busque.
Todos los clubes tienen uno de esos hinchas que, anónimamente, hacen muchas cosas por la institución que aman, por la que lloran o disfrutan cada domingo o día de juegos.
Y el caso al que nos vamos a referir aporta y mucho para su club, Gimnasia y Esgrima. Por conocerlo bastante bien es que decimos que todo lo que hace le cuesta bastante en horas de trabajo y esfuerzo.

Seguramente cuando lea esta nota se enojará porque le gusta el anonimato pero, como a nosotros nos gusta resaltar todo aquello que se hace por un club y más si es con tanto esfuerzo es que entre las dos opciones elegimos la de publicarlo.
Juan Ignacio Tegli o simplemente «Juanchy», ese de andar pausado, de hablar bajito, se sumó a Gimnasia siendo muy chiquito porque alguien lo llevaba a la cancha y desde ese momento se hizo un ‘fana’ más; siempre ligado al club. Por ejemplo, fue integrante de la delegación de aquel equipo que dirigía Lalo Bravi y hasta llegó a jugar con San Lorenzo por la Copa Argentina. Después de alejarse un tiempo volvió y, en este tiempo, aportó mucho para el club.

Ya dimos cuenta del cartel de última generación aportado para los cambios de jugadores; algo tan necesario para suplantar las tradicionales tablitas pero, antes del partido ante Central Norte de Salta, tuvo otros dos aportes.
El sábado de mañana, mientras el equipo del Federal A preparaba el partido en la cancha auxiliar, él, en la principal del Núñez, pasaba el rolo a la «rebelde» cancha que no quiere mejorar, con su propio auto. Esto previo a la que se hiciera la prueba con la manga que adquirió y que quizás recupere.
Pero eso no es todo porque, en cada partido, se lo puede ver en la entrada a la cancha controlando las entradas o después como camillero.
Seguro que habrá otros que también anónimamente colaboran con el club por lo que, con este ejemplo de amor por la institución que nos da Juanchi, queremos homenajear a todos aquellos que hacen mucho por el club que quiere sin pedir nada a cambio. Sólo por el cariño por los colores elegidos.