SELECCIÓN U16 Y UN OBJETIVO QUE DEPENDE DEL CRISTAL CON EL QUE SE MIRE

El seleccionado argentino de básquetbol categoría U16 femenina conformado por cuatro uruguayenses, tres jugadoras y una entrenadora, terminó en la quinta posición en el AmeriCup que clasificaba a las cuatro primeras para el mundial categoría U17 del año próximo.

Un gran torneo jugó el equipo de Daiana Di Benedetto, ganó más de lo que perdió pero en estos estaba el partido ante Colombia que las derrotó y los dejó en la lucha por la reclasificación rumbo al quinto puesto, algo que consiguieron venciendo a Puerto Rico y Venezuela.
Para los resultaditas, aquellos que sólo ven la clasificación final, no estar entre los cuatro significa no haber cumplido con el objetivo y en campaña muy emparentada con el fracaso, palabra demasiado dura si recordamos que sólo son chicas de 14, 15 o 16 años.

Santina Cherot Magri.

Para los que sólo ven los resultados puede ser así pero, para los que siguen el proceso del crecimiento de una jugadora seguramente deben ver otras cosas mucho más importantes en esta participación en el AmeriCup de México.
Sirven este mes de entrenamientos con las mejores del país en la categoría y después competir vistiendo la casaca argentina; sirve enfrentarse a las mejores de América, medirse con otras jugadores; sirve sentir la presión de tener la responsabilidad de representar al básquetbol de todo un país; sirve enfrentarse a Estados Unidos y sentirse como habitualmente se sienten sus rivales de Liga Provincial; donde nada que se haga alcanza para tratar de incomodar al rival; que todo el esfuerzo nunca es suficiente y llegar al gol cuesta un Perú.

Florencia Losada

Sabemos del talento que tienen Santina, Flor y Manu; sabemos de su categoría para jugar a este deporte; pero el talento sólo no alcanza. Hay que agregarle dedicación, entrenamientos y profesionalismo, mucho profesionalismo, si se pretende llegar a lo más alto en el nivel nacional e internacional.
No alcanzan aún a los 16 años, queda mucho tiempo de aprendizaje y crecimiento por delante, pero estas experiencias son impagables. Lo que venga, para bien o mal, dependerá exclusivamente de ellas de lo que pretendan del básquetbol. El techo sólo lo pondrán sus aspiraciones.

Manuela González.

Lo mismo vale para la profe Fernanda quien ha tenido una nueva oportunidad como asistente en una competencia internacional; seguramente habrá habido planteos y decisiones con la que no estaba de acuerdo, o tal vez sí pero estas experiencias sirven para que siga aprendiendo y creciendo en su tarea de entrenadora-formadora.
Para los resultadistas no se cumplió el objetivo en esta AmeriCup, para los que prefieren ver otra cosa, se cumplió y con creces. Siempre depende del «cristal con el que se mire», frase que se utiliza para expresar que la percepción de la realidad es subjetiva y depende del punto de vista de cada individuo. En otras palabras, no existe una verdad absoluta, y lo que consideramos verdad o mentira, bien o mal, depende de nuestros propios filtros y experiencias. Nosotros nos quedamos que para estas tres jugadoras y la entrenadora, fue una experiencia extraordinaria y llena de aprendizaje.