‘SASI’ CON UNA SEMANA PLENA DE EMOCIONES; «EL BASQUET YA TE EXTRAÑA»

El retiro de Sabrina Scévola marcó el final del paso de la Liga Sudamericana por nuestra ciudad.

Pasó la Liga Sudamericana por nuestra ciudad con una gran labor del Tomás de Rocamora, tanto desde la organización como lo realizado por el equipo que ganó sus dos primeros partidos y perdió el título, en la última presentación, ante el que fue el mejor equipo del grupo, Defensor Sporting, el campeón de la Liga Uruguaya de Básquetbol.
Pero, en el medio de todo esto estaba Sabrina Scévola que desde que dijo que estos eran sus últimos partidos vivió momentos muy intensos, con el cariño de toda la gente que a cada paso se lo demostraba; muestras de cariño que sólo recogen aquellas buenas personas y de enorme carisma como el que tiene «Sasi» Scévola. Tras cada triunfo no había chico, chica o mayores que no quisiese sacarse una foto con la jugadora del Rojo.

Comienza oficialmente el retiro de Sabrina, Se sacó las zapatillas que, según dijeron, «después las regaló».

Todo esto que pasaba a su alrededor y principalmente lo que pasaba por su cabeza, no le impidió ser la mejor en los partidos ante Sportiva Italia de Chile y Aguada de Uruguay pero pareció sentirla en este último encuentro donde, lejos estuvo de ser la que conocemos, más allá de que le haya puesto toda la garra que el momento requería.
Si algo le faltaba a «Sasi» para sentir aún más que, los que estaba próximo a jugar, serían sus últimos partidos en una cancha ocurrió cuando «Lali» y «Anto», las González referentes del equipo y del club, le entregaran una camiseta como reconocimiento a todo lo que hizo por Rocamora a pesar que, en su corazón, hay otros colores.

En ese largo tiempo sacándose las zapatillas no hubo peque que no viniera a abrazarla sin fotos de por medio. Era sólo demostrarle el cariño que le tienen.

Terminó el partido, saludó a sus vencedoras y luego con el equipo para sentarse en el círculo central para sacarse sus zapatillas mientras los chicos se acercaban para abrazarla. Tras esto fue derecho para tener un abrazo interminable con mamá Beatriz, que se escapen sus primeras lágrimas y dejar en claro que, para ella, esta etapa de competencia de su vida había finalizado.

Sabrina Scévola con una foto con la familia que vino para acompañarla en esta, su última función y el momento más importante de su vida deportiva.

Ahora será el turno de seguir enseñando; de seguir ganándose el cariño de sus dirigidas, de ser «acusada» por algunos rivales porque «con su carisma se lleva todas las jugadoras para Parque Sur» y encaminar su vida para otro lado aunque siempre ligada al básquetbol.
Todos los que estaban en el estadio querían un triunfo más de las «Rojas» para seguir escribiendo la historia más resonante de su labor en el básquetbol de mujeres pero, en el fondo, se ilusionaban con tres partidos más de Sabrina en la cancha. Aún no está dicha la última palabra pero parece complicado clasificar como el mejor segundo.
Para Sabrina Scévola ha pasado una semana de muchas emociones que parecieron explotar en la última jornada y no es para menos. Últimos minutos de una campaña impecable, tanto en el juego como en su comportamiento dentro y fuera del campo de juego y por eso es, como decía la bandera «Sasi, el basquet ya te extraña».

Foto principal: el emocionante saludo con su madre ante la mirada de su tía Sylvia, dos que supieron de esto de jugar al básquetbol).