ROCAMORA TUVO LA VICTORIA MÁS TRISTE DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

El Rojo venció a Unión de Mar del Plata; sacó la ventaja que necesitaba pero no le alcanzó porque Racing de Avellaneda venció a Gimnasia en La Plata y el triple empate en la última posición no favoreció al equipo de nuestra ciudad.

«Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Yo la quise, y a veces ella también me quiso» escribió el gran Pablo Neruda en su Poema 20 y lo pueden decir los muchos hinchas del Rojo que acompañaron al equipo esta noche del sábado donde el equipo de Agustín Pujol se jugaba por la permanencia; ganó pero obtuvo el triunfo más sufrido de la temporada.
Rocamora le ganó a Unión de Mar del Plata por 84 a 62, debía ganar por 12 y lo hizo por 22; ganó y sacó la diferencia que necesitaba pero no le alcanzó porque, en La Plata, Racing de Avellaneda vapuleó a Gimnasia y Esgrima (79-58) y llevó la última posición a un triple empate. Gimnasia, Unión y Rocamora todos con 10 partidos ganados y 22 perdidos pero el desempate era desfavorable para el Rojo que quedó en la última posición y descendiendo al igual que Sarmiento de Resistencia que se retiró de la competencia por la Zona Norte.

Hubo paridad sólo un tiempo

Hubo un primer tiempo pleno de nervios, muy parejo en el trámite y en el tanteador que el Rojo se lo llevó por 34 a 31 pero con Unión dando plena batalla. En el entretiempo comenzaron a llegar buenas noticias para Unión y malas para Rocamora. Racing ganaba, en La Plata, por 15 puntos al cabo de los primeros 20 minutos.
Esto quizás haya influido en el rendimiento de la visita que ya no fue el mismo del primer tiempo mientras que, Rocamora, siguió jugando al ciento por ciento para tener sus mejores momentos del torneo.
La ventaja se fue ampliando pero, en la misma medida que Rocamora se despegaba de Unión, Racing lo hacía de Gimnasia y el triunfo sirvió para que la gente termine aplaudiendo al equipo pero, todo dentro de caras largas porque sabían que de nada servía ese triunfo, el triunfo más triste de los últimos tiempos.

Matu Caire, «hincha del Rojo desde la cuna» lo sufre más que nadie. Fue el jugador más regular de Rocamora en el torneo pero no alcanzó.

Pitazo y llanto de varios

Muchos segundos antes del final, Rocamora acabó con el pleito; saludó a los rivales y a la gente para luego ir a su banco a realizar el duelo. A sentarse en el suelo como el caso de Matu Caire con la cara tapada o tirados en los sillones del banco de suplentes, con la mirada perdida en la nada.
Chicos llorando, grandes con cáscara más dura pero con los ojos rojos, eran el símbolo de una noche que no se esperaba pero que llegó. Rocamora ganó, lo hizo por la diferencia que se precisaba pero no alcanzó y perdió la categoría. Hubo respeto del rival que saludó a los jugadores de Rocamora y se fue, en total silencio, al vestuario pese a que sabían que seguían siendo equipo de la Liga Argentina y tenían motivo para festejar.

Saludo del final con caras que demostraban claramente el momento que vivían.

¿La gran Gimnasia?

Durante la temporada se habló mucho de una reestructuración de la Liga Argentina; que van a subir más equipos para llegar a 48 y poder regionalizar más la competencia para, así abaratar costos. Sólo rumores que, obviamente, nadie confirmó. Pero, mientras nos retirábamos de la cancha un viejo hincha de la institución, quizás queriéndose aferrar al algo, comentó, «la dirigencia estaba muy tranquila, había risas, algo debe pasar». Nos preguntamos, se viene la «Gran Gimnasia» del 2023 que estuvo descendido por dos horas y después tuvo oportunidad de revalidar su categoría?