El fútbol uruguayense dio otra muestra de fidelidad y una multitud acompañó a los finalistas del Torneo «Mario Wurst».
Cuantas veces han escuchado frases como que «al fútbol local no va nadie» o «el fútbol local no les interesa a nadie» o varias similiares; un montón de veces pero seguramente proveniente de aficionados que ni se acercan a cada partido del fútbol nuestro de cada día.
Almagro y María Auxiliadora jugaron una final con mucha gente en cada una de sus tribunas, sin incidentes porque, al final, los que perdieron se retiraron rápidamente del escenario y los que ganaron festejaron largamente. Los protagonistas se saludaron cordialmente al final del partido; los del «Rojo» se fueron al sector norte de la cancha donde estaban sus hinchas y los del «Taita» al sur para llorar su tristeza. El gesto? Lo hizo Gaby Padilla al cruzar toda la cancha para ir a saludar a los hermanos Víctor y Seba Brisolesi que estaban festejando con la gente.