Una imagen, un abrazo entre dos hermanas, entrenadora y jugadora, es lo más lindo que aporta el deporte.
Deporte Digital nació con la intención de reflejar lo que pasa en nuestro deporte pero, principalmente, para ver el otro lado de la competencia. El de las emociones, las que dejan en claro el esfuerzo en busca de un objetivo, se haya logrado o no.
En la jornada del domingo pudo haber sido la desolación de algunas de las chicas de Paraná tras perder una final que, en lo previo, parecía difícil que eso ocurra. O también el consuelo de las chicas uruguayenses para con sus desconsoladas rivale. Pero, revisando las tomas de la final, nos encontramos con una imagen que como reza el proverbio chino “vale más que mil palabras”-
Las categorías formativas son seguidas, principalmente, por familiares que sufren y gozan al mismo tiempos que las chicas o chicos que juegan dentro del rectángulo. Los mismos familiares que muchas veces son criticados por algunos excesos que cometen pero sin los cuales difícilmente hubiese este tipo de competencias.
No fue ajeno a esto la final entre C. del Uruguay y Paraná Emotiva por la pelea de un equipo que entregó el corazón por la victoria. La logró y si no lo hubiese hecho también habríamos destacado la garra de ese grupo de 12 chicas que le dieron a Leticia Garay su quinto título como entrenadora.
Y dentro de ese plantel confluyeron las hermanas Cielo Reyes, como asistente técnica, y Sol Pilepich, la más pequeña en estatura de todo el torneo pero con un enorme corazón al igual que sus compañeras. Y Sol fue una de las abanderadas en la recuperación que tuvo el equipo y ese abrazo con su hermana-entrenadora de la imagen principal dice más que mil palabras. Sin dudas.
