La crísis del país afecta a todos y el deporte no podía estar ajeno. El éxito trae sus problemas y lo reflejamos en esta nota.
Maxi Jacquet está compitiendo en el Sudamericano de Natación en Perú y en el sur del país, en el club Ceppron, lograron su pasaporte para el mundial de Noruega los palistas de Regatas Uruguay, Delfina Basconcel, Agustín Ratto y Manuel Garaycoechea. Todas buenas noticias para el deporte uruguayense y para las familias y amigos de cada uno de ellos.
Pero, siempre debe haber un pero y más si se trata del deporte argentino. Detrás de cada consagración llega un problema o desafío y en este caso se trata de efectivo y mucho. Un podio o una clasificación a una cita internacional no significa estar en ella. Para que los que «clasifican» puedan viajar a los destinos de las competencias su familia debe conseguir dólares y bastantes. De tanto andar detrás de esto que amamos compartimos el esfuerzo de los deportistas buscando su mejor puesta a punto mientras que su familia y sus amigos arrancan con la complicada tarea de conseguir los fondos para poder viajar. Sabemos que, en Concordia, Lucrecia Roldán y el grupo de amigos que acompaña a Manuel Garaycoechea tienen el mismo desafío. Manuel concurrirá a su sexto mundial así que de esto se sabe.
«La Banda» de Regatas que gana y gana y con ello llegan los desafíos de poder conseguir recursos.
En el caso de Maxi se consiguieron gracias al aporte de la Municipalidad local, RUS y el Gobierno Provincial. Los palistas aún no tienen a ciencias ciertas cuánto es lo que necesitarán para poder estar en el mundial de Noruega a realizarse en el mes de agosto. Ni hablar del profesor Jorge Elola, entrenador del seleccionado nacional de cadetes, quien también pretende viajar al mundial pero deberá solventarse los gastos.
Eso mismo sucede en otras actividades y lo sufre la bailarina clásica Josefina Ledesma quien, según nota de los amigos de «La Calle» necesita 2.700 dólares para poder estar en el Gran Prix de Danza Clásica a realizarse en Estados Unidos.
Cuando Walter Pérez, el medallista olímpico estuvo en nuestra ciudad por motivos del Día del Olimpismo le comentó a Deporte Digital como miembro del ENARD que «la situación del país ha cambiado, además de bajar el consumo de los celulares (es con lo que se mantiene el Ente) el valor del dólar también nos ha complicado porque todo los viajes los debemos pagar en esa moneda».
Y si pensamos que en ese momento el dólar no superaba los $ 40 y hoy está cerca de los $ 80 nos podemos acercarnos a la realidad de nuestros deportistas, principalmente aquellos de actividades totalmente amateur, que para poder progresar dependen mucho de las gestiones que puedan hacer sus familiares.
De todas maneras el ENARD mantiene un programa para solventar talentos, aunque es muy reducido, y sólo un pequeño grupo puede acceder a él. La crísis económica por la que pasa pega duro y el deporte no está ajena a ella.
Los clubes a los que pertenecen poco pueden hacer al respecto y es totalmente entendible mientras que desde las Federaciones o Confederaciones se apuesta más a los atletas que buscan un lugar en los Juegos Olímpicos que a los proyectos. Está claro que una participación en un Juego Olímpico «vende» mucho más pero también lo está que si no apostamos a los jóvenes talentos pronto no tendremos representación olímpica.
Mientras tanto los familiares festejan los éxitos de sus seres queridos y después se les viene el gran desafío de conseguir los fondos; pedidos a los gobiernos, venta de pollos o empanadas, bonos contribución y lo que la imaginación aporte sirve para ello. Es nuestra realidad.