Gimnasia pasará otra temporada en el Torneo Federal A sin poder pelear algo importante.
El fenomenal Roberto Fontanarrosa, escritor y dibujante argentino, creó en la década del ’70 la historieta denominada Inodoro Pereyra ‘El Renegau’. Inodoro, en esa historieta, es un gaucho solitario, reflexiona sobre la vida, acompañado de su perro Mendieta, y recibe a extraños en su pobre rancho, a los que aconseja de manera peculiar.
En una de esas imperdibles charlas entre Inodoro y Mendieta, éste le pregunta ¿Cómo anda Inodoro? a lo que el gaucho le responde «Mal…pero acostumbrao».
Así imaginamos debe andar el hincha del Lobo por estos tiempos tras el nuevo golpe que terminó de consumarse el domingo en el ‘Padre Martearena’ de Salta.
Seguramente que «acostumbrao» ya venía es seguidora hinchada que, tras el empate en uno ante el débil Crucero del Norte, ni siquiera se enojó, no insultó a nadie; se fue en silencio ya casi resignado a que otra vez tendrá el mismo fin de temporada con su equipo en el fondo de la tabla y sin pelear por nada. El único aliciente que, quizás calme un poco las aguas, es que, en esta ocasión, no habrá sufrimiento por la permanencia en la categoría.

Se hicieron las cosas bien
Contrariamente a lo que acontecía en temporadas anteriores; en estas se hicieron las cosas bien desde el comienzo; se le dio pleno poder al cuerpo técnico para armar el plantel, para que elijan los jugadores y de ahí que llegaron 11 refuerzos en la primera parte del torneo además de ‘repatriarse’ algunos jugadores que estaban a préstamos como Juan Carlos Ardetti. Dos más se sumaron a mitad de temporada para tratar de suplir puestos donde se creía había falencias.
Se trabajó desde febrero con total seriedad; se consiguieron los amistosos que antes costaban mucho y un detalle importante si hablamos del Lobo: el plantel estuvo y está al día con sus salarios. Lo que nos parece que no se hizo bien en ese arranque fue que se dejó al plantel sin referentes, sin esos jugadores de experiencia que son necesarios en cada proyecto. Sólo quedó Luciano Leguizamón pero se fueron jugadores como Martín Góngora, Ricardo Bernay, Pablo Vercellino o Diego Jara quienes podrían haber sido importantes en un plantel con muchos jóvenes para apoyarlos en los momentos más complicados y tener un vestuario fuerte. Y un dato antes de que se hable mal del concordiense Jara, lleva 9 tantos en este torneo y sólo uno de penal.

Ilusión que se evapora
Aquel buen arranque de temporada ilusionó aún más al hincha del Lobo que tuvo otro envión porque, a la hora de jugar, el equipo respondió en las primeras fechas y el Lobo era uno de los de arriba en ese alentador comienzo. Ganaba o sumaba de visitante y se hizo fuerte jugando en el renovado estadio ‘Núñez’.
Pero eso duró, como quizás también podría decir Inodoro «lo que dura manteca en hocico de perro», casi nada. Comenzaron a llegar los malos resultados; la falta de gol de un equipo que no creaba demasiado pero convertía aún menos fue su principal falencia. El Covid-19 y las lesiones también hicieron su aporte y ya las primeras posiciones comenzaron a quedar lejos pero se seguía manteniendo la ilusión y aquello de que «con un par de buenos resultados nos metemos entre los 8».
Pero esos buenos resultados nunca llegaron o lo hicieron en cuentagotas para que Gimnasia esté más cerca del fondo que de los puestos de clasificación algo que este domingo terminó de consumarse. Ya no podrá formar parte de los play off por el segundo ascenso.
Muchos cambios
En qué se falló? Es difícil decirlo pero está claro que el equipo nunca encontró su identidad; fueron -para nuestro gusto- demasiados cambios partidos tras partidos y apenas si en uno o dos se repitió el equipo. De los refuerzos hubo varios que estuvieron a la altura de las circunstancias pero se volvió a fallar una vez más en la elección del centrodelantero si es que se apostó a un goleador, a uno de esos jugadores que ‘te salva’ cuando el equipo no funciona, el que, de la nada, te saca un gol. Agustín Favre, Agustín García, Enzo Oviedo, Martín Schlotthauer, Nicolás Musico, Rubén Darío Tarasco y Matías Presentado, todos con 2 tantos cada uno, son los goleadores del Lobo al cabo de 26 partidos.

Sin gol y flojo de mandíbula
Gimnasia fue un equipo sin gol y sin solidez defensiva. Los números así lo certifican: está dentro de los tres menos goleadores (20) y es, hasta aquí, uno de los que más goles recibió (38), sólo superado por Sarmiento con 40. Nunca se encontró el gol y la solidez inicial se fue perdiendo con el correr de los partidos. Y esto sorprende porque, rara vez, se salió del 4-4-1-1 con el que había logrado buenos resultados en el comienzo.
Tras estos dos partidos de despedida quedarán dos o tres meses para que se analice lo que pasó en este 2021. Ver qué se hizo bien y qué mal para apuntarle a la temporada 2022 y, desde ya, los hinchas ‘prenden velas’ deseando que los dirigentes y cuerpo técnico se iluminen y Gimnasia tenga, en la próxima, esa gran temporada que se merece.
Puede ser uno de los deseos de Fin de Año pero no estaría mal comenzar desde ahora con esos deseos soñando con que los hinchas terminen de estar «acostumbrao» y comiencen a acostumbrarse a cosas mejores.