TURNO: DURA MUCHO MÁS QUE UNA HORA Y MEDIA

El legendario y querido turno de padel. Dura mucho, pero mucho más, que esa hora y media de juego. Tras esta nota quedará convencido que es así.

Desde hace un tiempo han florecido en la ciudad a la par del auge del deporte, las escuelas de padel para chicos, medianos y grandes como así también aquellos profesores que arman grupos de entrenamientos físicos, con el Profe Fermín como abanderado y su comienzo fue, precisamente, por iniciativa del Chemo, un jugador de este deporte, que tuvo rápida repercusión sumándose de otras actividades.
Pero el verdadero entrenamiento del padel son los turnos; esos que tiempo atrás fueron de una hora pero que, al no permitir la mayoría de las veces poder dilucidar un ganador, se extendió en 30 minutos para la rareza de que los turnos de padel sean de 1:30. Con el crecimiento de la competencia y los complejos abundan los torneos semana tras semana y hasta se han sumado los los Súper 8 o los Americanos pero el legendario «turno» sigue siendo la forma de entrenar más utilizada por la mayoría. Antes se aprovechaban los turnos para entrenar pensando en la UPRU, torneo que reunió a jugadores de Brasil, Uruguay y la Argentina que era casi la única propuesta importante en la zona; los torneos no eran tan habituales. Hoy lo torneos crecen como hongos y entonces también los turnos pensando en estar en buena forma para la competencia.
Los memoriosos recordarán que tiempos a, cuando teníamos un grupito de elite autodenominados «la legión», sus turnos aparecían cuando ya las canchas estaban desocupadas tipo 12 de la noche. Ahí jugaban los referentes y téngalo por seguro que varios se anotaban para ir a presenciar esos partidos. El decaimiento lógico de esos jugadores, por razones de edad, fue aprovechado por algunos jóvenes irreverentes (hoy no tan jóvenes) cuestionando seriamente su juego pero esa es otra historia.

No es fácil de armar
Si algún desprevenido piensa que juntar cuatro para jugar un partidito es tarea sencilla, estará totalmente equivocado como si también piensa que sólo dura esos 90 minutos que se pagan. Nada más alejado de la realidad; cuesta mucho armarlo y dura mucho más que ese tiempo.
La historia arranca unas horas antes e incluso un día antes a partir de que se comienza a armarlo hasta el tiempo de conseguir «los cuatro». Partiendo de la base que el padel es un deporte atractivo siempre y cuando que los cuatro que lo jueguen sean iguales de buenos, regulares o malos, si alguno de los presentes no está en el mismo nivel de juego de los demás comienzan los problemas. Contrariamente a lo que sucede con el tenis, las paredes ayudan y no se requiere demasiada técnica para que cuatro puedan divertirse dentro de una cancha.
Igualmente «armar» un turno no es tarea sencilla aunque lo parezca; existe mucho vedetismo entre los jugadores que, habitualmente, se creen que juegan mucho más de lo que la realidad lo indica, y entonces nada resulta sencillo a la hora de la convocatoria.
Y en un turno podemos encontrar a grupos de amigos que tienen un «fijo» para jugar semana a semana con algunos «suplentes» para reemplazar al que no pueda ir; aquellos de una misma categoría que se buscan pensando en tener mejores entrenamientos; otros que se arman a partir de relaciones de amistad y juego. Y está el grupo de «kamikazes» que hacen la fácil y dejan en las manos de los cancheros (por ser dueños de complejos y no sobradores) el tema del armado del turno. Y como principalmente la cuestión pasa por no dejar vacías las canchas entonces «las mezclas» no son como las mezclas de audio donde se busca balancear y equilibrar el volumen relativo y la ecualización de las fuentes de sonido. Nos consta que primero se intenta armar algo bueno; se multiplican los mensajitos de ws pero, a medida que pasa el tiempo, las exigencias bajan y queda cierto aquello de que «en la noche todos los gatos son pardos» y entonces no interesan demasiados las categorías y menos aún aquello que sean cuatro de similar nivel.
Pero también hay que ser justos con los cancheros que se encuentran con mucho vedetismo y preguntas a la hora de aceptar a sr partícipe del turno: «¿quienes van?», «noo, con este no juego». De todas formas resulta saber a ciencia cierta si es por la desconfianza de los jugadores para con el armador o por el vedetismo del que hablamos. También es justo reconocer a aquellos buenos jugadores que no se le caen medallas por jugar con otros de menor juego aunque no abundan y aquellos otros que son «exquisitos» en algunos complejos y no demasiados en otros.
Finalmente y luego de miles de mensajitos se logra juntar a los cuatro y para los participantes es una caja de pandora donde podes encontrarte con algo bueno, regular o hasta con cuatro que jueguen del mismo lado y entonces surge aquello de los «turno chinos».

Dura hasta el próximo

Pero los turnos no son simplemente un entrenamiento o tiempo de relax; son mucho más que eso. Porque no dura el tiempo previo de armado ni la hora y media de juego. Continúa porque no debe haber deporte con tan extenso tercer tiempo y donde más negocios hacen Brahma, Quilmes o una Stella como en el padel.
Pero si usted querido lector, ajeno a este deporte, piensa que todo se termina en ese tercer tiempo estará equivocado; sigue en los grupo de whap sap o las redes sociales. Ahí aflora el «a mi no me jugaron», «hijo mío» o el «yo jugué bien» por lo que hasta el próximo turno durará el «chichoneo».
El juego se hace por el cordero, una fría o quien paga el turno las pelotitas y aunque sea por nada, si hay que «pintar» alguno, que no toque una pelota en todo el turno se hará. No importa demasiado que sólo sea un turno, ganar y salir pensando que se es el mejor del mundo es lo que importa.

Obviamente que, como todo en la vida, hay excepciones pero son las menos y no es cuestión de edad; en un deporte donde encontramos jugadores de la edad que se pida, lo primero es ganar y lo segundo también para luego poder disfrutar. Pero lo que realmente importa es que sirve para hacer un montón de amigos y, al fin y al cabo, es lo que queda.

(ACLARACION IMPORTANTE. Las fotos son sólo ilustrativas. Cualquier parecido con la realidad es pura casualidad)

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