SE NECESITA UN BRUJO POR EL TALLER DEL BONELLI COMPETICIÓN

Nico tuvo otra competencia sin poder terminar en un año que parece estar «maldito» para el equipo uruguayense.

«Venimos de malas, sólo pudimos llegar en cuatro finales esta temporada» nos decía Nico previo al Desafío de las Estrellas, en el marco de la décima fecha del Turismo Carretera que se disputó en «El Villicum», de San Juan. Y esta fecha no fue la excepción y el «Chapa-Chapa» apenas pudo dar 14 vueltas antes que un palier dijera basta para decretar un nuevo abandono.
Esta temporada que había comenzado muy bien con un 13º puesto en Viedma comenzó a complicarse rápidamente en Neuquén donde Nico fuera excluido por un toque a Matías Rossi cuando transitaba en mitad del pelotón. Tras esto comenzaron los problemas; apenas 8 vueltas en la fecha de nuestra ciudad y 18 en San Luis. Santa Fe fue un aire fresco donde pareció que la suerte cambiaba porque fue 16º en Rosario y 9º en la carrera millonaria de Rafaela donde, incluso pudo estar más arriba. Pero tras esto volvieron los problemas; apenas 10 vueltas en Termas de Río Hondo; 22º en Posadas pero con muchos problemas; 9 vueltas en Concordia y el pasado fin de semana pasado apenas 14 vueltas en El Villicum antes que n palier dijese basta.

Pope, sin tantos problemas de rotura, no le encuentra la vuelta al auto y acá nos encontramos con otro problema: los costos para armar un auto. Pope ha demostrado, que con un auto competitivo es piloto de punta y nadie se «olvida de manejar».
Nico también nos decía previo a San Juan que «cada vez está cada vez más difícil poder armar un auto para competir medianamente con los mejores equipos. La situación del país y estas devaluaciones de los últimos meses lo ha complicado aún más. Nuestros sponsors también sufren la crisis y ni imaginarse pedir algún aumento. Los comprendemos y con mantenerlos ya estamos bien «.
Se comenta que un auto de punta de uno de los equipos poderosos gastaba más de un millón de pesos por carrera ya antes del desprecio del peso. Ahora esa cifra debe haber crecido en la misma medida que se devaluó nuestra moneda.
Cómo hacer para competir contra eso? Diríamos que es casi imposible para equipos como el Bonelli Competición. Y esto no sólo entra en «los fierros» que deben comprarse sino también en la contratación de personal, como un Ingeniero chasista, por ejemplo. Pero en el taller de la entrada a nuestra ciudad no se piensa bajar los brazos y lo que resalta Nico tras su regreso de San Juan es que «son cosas que pasan. La rotura del domingo fue producto de presupuesto pero ya el sábado, con un motor que habíamos rearmado a nuevo se quemó la tapa de cilindro con lo que ya recargué puestos. No estamos teniendo suerte en eso». Pero lo que resalta Nico es que «los motores están andando bien. En la final del domingo venía delante de Canapino con buen ritmo y después él terminó saliendo cuarto (tercero al final); delante mío venía Ebarlin que fue 12º. Estábamos para estar ahí. Esperemos que cambie la racha más ahora que vienen Rafaela y Paraná, dos circuitos en los que podemos andar bien».
Y como desde las ACTC no hay vistas que apunten a bajar los costos sólo quedará meterle más trabajo en el taller algo que no es ajeno a lo que se hace habitualmente y, de paso, llevar un brujo para acabar con la malaria de roturas.

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