Pasó el Súper 4, el Tomás de Rocamora tuvo la responsabilidad de organizarlo y lo hizo de la mejor manera. Aprobado en todo.

Desde que se supo que el equipo de Juan Manuel Varas había clasificado para jugar la segunda edición del Súper 4, el Torneo de la Liga Argentina de Básquetbol que reúne a los cuatro mejores equipos de su primera fase y que, además, otorga una posibilidad de llegar a la Liga Sudamericana, sus dirigentes se propusieron ser la sede del mismo.
«Cuesta mucha plata» se dijo en un primer momento lo que pareció ser una traba importante. Pero, comenzaron a aparecer los sponsors, Termas Concepción, Río Uruguay Seguros (RUS) y la Municipalidad local, entre otros.
Ya pensar en su organización no era algo descabellado y entonces se hizo la presentación de la propuesta en la licitación para quedarse con la organización.
Se ganó y llegaba otro problema; tener la gente para la importancia del certamen. Ahí también estuvo la familia del Rojo que se puso el overol y con Santiago Losada como cabeza de grupo, realizaron un trabajo admirable. Desde las chicas que cobraban la entrada, los que controlaban en las puertas, los que secaban la cancha, los que servían en las cantinas hasta el último que aparecía con una remera blanca con el logo del torneo, hizo su aporte. La gente respondió de muy buena manera como otro punto a favor.
Rocamora, no pudo ganar el Súper 4, ni siquiera llegó a la final pero, su gente, se ganó la copa más importante quedando demostrado una vez más que con la unión cualquier sueño es posible.