no se privan de nada

Arquitectos tuvo un tercer tiempo muy bueno pero, no es el único. Sin dudas que debe ser el espíritu que debe reinar en la competencia.

Cuando, en 1998 y usando la cancha de Centro Recreativo Río Uruguay, cuatro equipos comenzaron esta historia del club de Profesionales «Justo José de Urquiza» su espíritu, o al menos el que conocimos, fue el de jugar un torneo de recreación donde aquellos con título profesional, aficionados al fútbol, pudiesen pasar una buena tarde de partidos y amistad. Pero, como suele ocurrir, prontamente esto se fue desnaturalizando. Por el afán de ganar, muchos se fueron reforzando y todo aquella idea de pasar una linda tarde fue quedando atrás para darle paso a una mayor competencia, por momentos muy dura que hasta dejó algunos heridos.
Pero el tiempo acomoda las cosas y hoy muchos equipos mantienen a su grupo de amigos con el que juegan desde hace tiempo porque además del vínculo en pos de un triunfo los une una linda amistad.
En relación a esto se nos vino a la cabeza la frase de Manu Ginóbil en el momento que los Spurs retiraron la camiseta número 20 acerca de la Generación Dorada donde sostuvo «Sabíamos que éramos así. Sabíamos que si ganábamos la íbamos a pasar muy bien, pero si perdíamos la íbamos a pasar mejor, porque nos íbamos a decir cosas invalorables».
Pero, sinceramente, nos pareció demasiado y realmente lo es. Por eso recurrimos a ese genio que es Alejandro Dolina quien, en su libro “Crónica del Angel Gris”, refleja mejor lo que pasa en muchos equipos del fútbol de los profesionales.
“Pero un día comprendió que lo que en verdad deseaba, era jugar con sus amigos más queridos. Uno juega mejor con sus amigos. Ellos serán generosos, lo ayudarán, lo comprenderán, lo alentarán y lo perdonarán. Un equipo de hombres que se respetan y se quieren es invencible. Y si no lo es, más vale compartir la derrota con los amigos, que la victoria con los extraños o los indeseables”.
Y para refrendar esto nos encontramos con un tercer tiempo de Arquitectos que seguramente pasa en muchos equipos porque hemos visto, tras cada partido, bajar grandes conservadoras repletas de «frías» para pasar el post partido con mucha charla y comentarios sobre los que se pasó.

El cordero ya casi listo. La olla de «fierro» esperando con su grasa caliente para las empanadas. ¿No será demasiado?

Pero este tercer tiempo, seguramente armado por el puntilloso y detallista Alfredo, lo tiene todo; ordenado varios días antes para que cada uno de los integrantes del equipo tenga su función; pasadas las 15:00 ya se estaba comiendo un cordero, previo a unas empanadas de pescado fritas.
El tercer tiempo fue completo porque se ganó y se acercó al ansiado ascenso pero, si hubiese sido diferente nada cambiaría demasiado. Habría algún lamento por los puntos dejados en el camino pero rápidamente quedarían en el olvido.

Los Abogados B le ganaron a Ingenieros S para llegar a la punta de la categoría Libre Inferior. Con otro resultado la mesa igual estaba servida.

En la zona de los quinchos había otros equipos, de aquellos que le tocó jugar a las 13:00 también con un asado o choris compartidos pero, el de Arquitectos, se llevó todo los aplausos esta vez.
Pero lo importante para destacar es que este debería ser el espíritu del torneo y, en la medida que se consiga, ya los árbitros ni los resultados serán tan importantes pero, sabemos que estamos en Argentina donde lo primero es ganar y lo segundo también pero, ir cambiando, no estaría para nada mal

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