«KIRICOCHO», MUCHOS LO DICEN PERO, ¿SABRÁN SU ORIGEN?

En el fútbol, alentar a rabiar, aferrarse a una cábala o tratar de «mufar» al rival es la forma que tiene el buen hincha de apoyar a su equipo.

Gimnasia no atraviesa por su mejor momento, quizás deberíamos decir que es el peor desde que está en esta tercera categoría del fútbol argentino y sus hinchas lo saben. Por eso cada vez que un rival se acerca con intenciones de patear hacia la valla defendida por Lucas De León aparece el «Kiricocho» como para tratar de mufar al rival.
Muchos son lo que lo dicen, nos preguntamos si todos saben la historia de cómo surge este nombre como mufa en el fútbol que no sólo se ha utilizado en nuestro país sino que también se lo ha escuchado a integrantes del seleccionado argentino en los penales ante Holanda en el mundial o el propio Paulo Dybala contra Arturo Vidal. Algunos agregan que hasta Antoine Griezmann lo sufrió pateando un penal para la selección francesa.
El fútbol sudamericano, principalmente, es muy proclive a aferrarse a las cábalas y tener lejos de ellos a los denominados «yetas» o «mufas»
Aplacar los miedos y reforzar el coraje gracias a una palabra. Un nombre, cuya leyenda tiene sus orígenes en un hincha, Kiricocho, quien harto de que todas las culpas por las derrotas de Estudiantes cayeran sobre él, buscó revertir el “hechizo” y emplear sus “atributos” de mufa a favor del León.
La anécdota, que surge en el sitio web “El Eslabón”, habla de que el desafortunado hincha lograba, gracias a una amistad con un empleado del club, ingresar antes de los partidos al playón de estacionamiento del equipo contrario para lanzar la infalible maldición con una palmadita en la espalda de los jugadores de la contra. Casualidad o no, ese año Estudiantes se habría consagrado campeón cayendo sólo ante Boca, que poseía seguridad privada y no había habilitado el acceso al –por entonces- inédito amuleto Pincha.
Sobre esto el diario Perfil comenta que «Darío Mendelsohn, psicólogo especialista en deportes, sostiene que “el pensamiento mágico en el deporte en general y en el fútbol en particular tiene un lugar preponderante ya que ayuda a tranquilizar y generar expectativas”.

Sin embargo, el ex técnico campeón en México 86, Carlos Bilardo, dio otra versión sobre Kiricocho: “Era un muchacho de La Plata que siempre estaba con nosotros y como ese año salimos campeón lo adoptamos como nuestro amuleto. Era un buen pibe pero después ya no lo vi más”, admitió al portal.
Sin reconocer épocas ni países, todo futbolista suele recurrir a sus supuestos poderes. La escena se repitió en la tanda de penales entre Argentina y Holanda: cada vez que un holandés estaba a punto de rematar, jugadores, cuerpo técnico y millones de hinchas, con la misma fe y entusiasmo, lo invocaban: “Kiricocho”. Así lo confesó el volante Enzo Pérez: «Tiré unos kiricocho, estaba temblando». El resultado ya es conocido. Creer o reventar» termina la nota de Perfil.
NO ES INFALIBLE
Israel Damonte, un hombre surgido de Estudiantes, también lo sufrió aunque ahí no funcionó, quizás inmunizado por ser Pincha.
Es que el por entonces volante de Banfield fue a saludar a sus ex compañeros de Estudiantes en la previa a un partido de Súperliga. Pero, nunca imaginó lo que iba a pasar. «Cuando volví al vestuario de Banfield para cambiarme, saqué el celular del bolsillo y tenía pegado un papelito que decía ‘kiricocho'», contó tras el partido. Sobre quién pudo haber sido el autor de esto, el fútbolista dijo: «Algún hijo de mil me lo metió, para mí que fue Pocho, el utilero». Por suerte para Damonte, este «kiricocho» no funcionó y el Taladro derrotó 1-0 al Pincha.

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