En la noche del sábado Rocamora obtuvo un gran triunfo ante Berazategui con las «boombas» de Irina Figueroa.

Quizás no tenga la presencia de una jugadora de básquetbol actual donde se pide que, cuando más cerca del aro se esté, es mejor; sin el carisma de otras que han pasado y siguen estando en el club; chiquita, menudita pero con un talento inolvidable para estar siempre a disposición del equipo en donde se las necesite y que ,sus tiros de tres, casi siempre terminen enredados en la red.
Ya en aquella recordada competencia sudamericana del CEF Nº 3 donde todas las ilusiones del Rojo se basaban en otras jugadoras de mayor cartel; se hablaba de Sasi, Rocío o Anto pero, Irina, en silencio y sin mucho ruido, el que sí hacía con un rendimiento por más efectivo para el equipo, se ganaba su lugar.

Siempre aportando para el conjunto pero le estaba faltando una actuación que la lleve al reconocimiento general y se dio este sábado con Rocamora enfrentando, en el gimnasio «Héctor Etchart» de Ferro, al poderoso Deportivo Berazategui.
Irina necesitaba una actuación de este nivel para que muchos aficionados se den cuenta de lo que vale para el equipo. Hasta ese último segundo de juego ante Berazategui llevaba 16 puntos con 4 de 4 en triples.
Irina, Eirene en el origen griego de su nombre que significa paz. Nombre mejor elegido por sus padres es imposible porque paz es lo que transmite dentro de una cancha y fuera de ella esta jugadora de 1,68, nacida en Villa Elisa, que pasó por Almafuerte junto a Camila Suárez y estuvo cerca de no participar de esta competencia por razones laborales (Irina es la primer jugadora becada por el Club Tomás de Rocamora que completó sus estudios). Pero afortunadamente para el club y para ella decidió participar y tener una noche que le será difícil de olvidar.

Y para una «laburadora» de un equipo esa última pelota que le cayó en las manos debe haber sido del cielo y no de parte de Anto González; sin nada de tiempo en el reloj y con el partido igualado en 65 marcó el destino de una jugadora que no parece serlo pero que lo es y de las buenas; en esos 1,68 metros de altura hay un enorme talento y jerarquía. La «americana» le cayó en sus manos para que Irina meta otra bomba que, limpiamente, se metió en el aro defendido por Berazategui para que Rocamora obtenga un resonante triunfo ante uno de los grandes de la Argentina y para que Irina confirme su gran noche, la que estaba necesitando. 5/5 de tiros de tres, 19 puntos, 2/2 en libres, 4 asistencias para una valoración de 20 puntos.
Hubo también otras actuaciones de renombre como la de Anto González (15 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias) o la de dos de las juveniles promesas de nuestro básquetbol, «Delfina Cergneux e Inés Fernández que aportaron 11 unidades cada y fueron valiosas en los dos tableros» de acuerdo a lo que reza el informe.
Queda claro que pocas son las jugadoras o jugadores que ganan un partido en soledad pero, fiel a nuestro estilo, queríamos hacerle un reconocimiento a Irina y esto es lo que salió.

(Datosy fotos gentileza Carlos «Rambo» Lozano)