Germán Caffa, tras los pasos del Loco Abreu

Sin dudas que los sueños que Germán Caffa tenía cuando jugaba sus primeros partidos en las inferiores de Gimnasia se cumplieron y con creces. Ya con 20 años como profesional puede decir «misión cumplida» aunque conociendo su agallas para sobreponerse a todo en un puesto muy injusto, lo hará ir por más.

«Uno siempre sueña, se imagina lo mejor y trabaja para eso pero, conseguirlo no es nada sencillo» nos dice Tito desde Paraguay donde pasa sus días de vacaciones aunque continúa entrenando para no perder ritmo cuando le toque ir a otro equipo tras su paso por el Cortuluá de Colombia.

Y entre esos logros destaca «haber jugado en Newell`s,  en el club del que son hinchas mis padres; haber jugado en Olimpia, el tricampeón de América o lograr el ascenso a la Primera A con el más grande del norte, San Martín de Tucumán, son cosas inolvidables».

Pero Germán no se queda solamente en lo deportivo ya que «también fue bueno conocer países hermosos y otras culturas como en Chile, Paraguay o Colombia. Cosas fáciles de imaginar pero difícil de concretar».

Con 20 años como profesional vale resaltar ese camino y Germán lo conoce muy bien, muestra que lo ha disfrutado mucho: «Tras irme de Gimnasia jugó un tiempo de Ferro Carril Oeste, de ahí me fui a Atlético Candelaria con el que ascendimos del Argentino B al A; tuve un breve paso por Crucero del Norte donde clasificamos al Argentino C». Cerca de Paraguay no extrañó que comience su gira por clubes del exterior. «De Crucero me vine a Paraguay a General Caballero Ceballos Cue y de ahí jugué en Olimpia. De ahí pasé a Palestinos de Chile para volver a Paraguay donde jugué en Tacuarí. De ahí me convoca San Martín de Tucuman donde ascendimos a  la A. Luego pasé a Newell`s Old Boys de Rosario donde fuimos subcampeones». Tras pasar por el club del que es hincha su padre, el famoso Tito, ex marcador central y amante del fútbol por sobre todas las cosas «volví a Paraguay para sumarme a Nacional donde jugamos Copa Libertadores en 2010 y de ahí pasé a La Equidad de Colombia donde perdimos la final por penales con Nacional de Medellin, para volver a Nacional en Paraguay otra vez con Copa Libertadores».

Son muchos clubes pero aún restan algunos más: «De Paraguay me vine a jugar la B Nacional con Banfield, luego a Crucero del Norte con un recordado ascenso a la Primera A, después otra vez en Paraguay con el Sportivo Luqueño  y, por ahora, Cortuluá fue mi último equipo».

Sin dudas que son muchos los clubes, no tantos como los del Loco Abreu pero son muchos. Pero Tito rescata «que en todos me trataron bien y me sentí de igual manera, me cumplieron pero, de tener que elegir alguno me quedo con San Martin de Tucumán por el cariño de a gente; Cortuluá por su dirigencia y los clubes de Paraguay también tuve muy buen trato con la gente».

Mientras descansa en Asunción y disfruta de su familia que se compone con su compañera de viajes, María Fernanda y sus hijos Franco y Rosario, no pierde el tiempo y entrena con Ulizes Lezcano, un entrenador de arquero además de gimnasio personalizado para estar listo cuando el próximo club lo convoque.

Con 38 años y una carrera de pocas lesiones Germán ni ahí piensa en el retiro y en lo que hace a un retorno al Lobo sostiene que «lo que el destino depare, nunca se sabe, aunque hay buenos arqueros ahi. Obvio que me gustaría retirarme en mi club pero eso nunca se sabe».

Germán Caffa, más de 16 clubes en su carrera y un lugar común en todos: mucho profesionalismo y personalidad para ocupar un puesto complicado como el de arquero.