FINAL PARA UNA TEMPORADA MUY COMPLICADA

La lluviosa y húmeda jornada del viernes uruguayense marcó el final de la temporada 2018/2019 para Parque Sur en la Liga Argentina de Básquetbol.

Pudo haber sido antes de este partido y también se pudo haber pasado esta serie ante Rivadavia de Mendoza; nada de eso hubiese cambiado nuestro comentario acerca de lo que fue esta temporada para uno de nuestros equipos en la segunda división del básquetbol argentino.
Una temporada que comenzó complicada por las lesiones, que siguió de la misma manera y culminó con algún jugador complicado por ese tema; pero también hay que decir que el equipo sólo en raras ocasiones tuvo el juego que su técnico pretende. «Me gustan que mis equipos jueguen al básquetbol más allá de ganar» nos dijo cierta vez René Richard. Y esto pocas veces ocurrió.
Parque arrancó a jugar en 2018 sin Pablo Alderette lesión en su hombro y enseguida se le sumó Gastón Sieiro con una fractura en una de sus manos, ambos con largas ausencias pero que tanto el técnico como los dirigentes consideraban como importantes una vez que se recuperen y puedan sumarse por lo que se decidió afrontar hasta fin de año sin ellos. Por eso su primera parte no fue buena y el «arrastre» de puntos que trajo a la segunda fue pobre. Después a los lesionados le costó tomar ritmo de competencia, especialmente a Pablo, en la misma medida que el equipo no encontraba su mejor rendimiento. Así, una localía que fue habitualmente muy fuerte, la vulneraron una y otra vez hasta rivales de poca jerarquía.
La malaria con los lesionados siguió con Elnes Bolling quienes sufrió por varios partidos y, en los dos partidos definitivos ante Rivadavia tuvo «tocado» a Agustín Richard quien puso el corazón en la cancha, tal como suele hacerlo el capitán de Parque pero, en inferioridad física, es dar demasiada ventaja en un básquetbol tan físico.
En el tema Nicolás Giménez cada uno de los responsables deberá hacerse cargo de su ida que representó una importante baja de un pivot de buen rendimiento en un plantel donde no sobran los centímetros.
Pese a todo esto Parque pudo «pasar» esta serie; haber podido «robar» uno de los dos cotejos de Mendoza, en los cuales tuvo muy buenos momentos e incluso un poco de mala fortuna en el primer de ellos cuando Rivadavia se lo ganó con un último disparo ejecutado sin tiempo en el reloj y desde posición muy incómoda. Un triunfo ahí hubiese cambiado lo que venía. No pudo ser.
De todas formas ganó con claridad el tercer partido y, en la noche del viernes, hubo un partido hasta el 43-35 cuando restaban 6,55 del tercer cuarto.
A partir de ahí se vino el aluvión de triples de la visita, principalmente por parte de Federico Grenni para que Rivadavia se vaya al último cuarto en ganancia por 55 a 49. Y esos últimos minutos lo jugó con inteligencia aprovechando la urgencia del local y buenas acciones propias.
Fue 80 a 71 para que toda la alegría se vaya para Mendoza; Parque se quedó envuelto en llanto aunque despedido en forma impresionante por su gente. En una temporada harto complicada se cayó pero sin nada por reprocharse. Con el público de pie y cantando durante más de 10 minutos; con chicos llorando porque ya no iban a volver a ver a sus ídolos y con un plantel sin consuelo, se terminó la noche para el Puerto Viejo.

Como dato anecdótico queda que Elnes Bolling fue el goleador con 18 puntos mientras que Gastón Sieiro, 16 y Harvey 14. Federico Grenni, con 19, fue el goleador de Rivadavia y el partido.

LA FOTO

La gente no paraba de cantar por el equipo mientras los jugadores mostraban claros signos de la derrota. Todo hasta que Agustín Richard convocó a todos para el último saludo de esta temporada. Tras esto el capitán se fue llorando a los vestuarios.

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