ERNESTO MOLINA: «SEGUIRÉ LIGADO AL CLUB PERO NO ME VEO JUGANDO EL REGIONAL»

El Negro Molina ha sido uno de los referentes del CUCU en este tiempo. Hoy analiza su futuro.

Transcurría el 2019 pleno de competencia con una normalidad que luego extrañaríamos a rabiar; es que nadie podría imaginar el 2020 que se vino por obra y gracia de un bichito llamado Covid-19 que aún amenaza con dejarnos sin competencia deportiva por un tiempo y lo que es peor, con muchas muertes, cuando escribimos una nota bajo el título de «Lalo, Chule y el Negro, espejos donde mirarse» donde nos referíamos a los tres referentes que tiene el rugby del CUCU y en los que sostiene su éxito de hace varias temporadas. Eduardo Mir, el ‘Lalo’, Sebastián Classen, el ‘Chule’ y Ernesto Molina, el ‘Negro’ fueron hasta ese tiempo tres referentes del CUCU.
Pero este ‘parate’ no ha sido bueno para nadie y menos aún para aquellos con más años, con más desgaste por lo que es difícil imaginarse la vuelta.
Y ‘desojando la margarita’ está Ernesto Molina, el Negro, el Apertura del CUCU, de muchas conversiones a partir de su buena pegada pero también de tríes importantes, quien analiza su futuro de jugador. «Seguro seguiré ligado al club, quizás aportando algunos partidos en la Intermedia pero, hoy por hoy, no me veo jugando en el más alto nivel en el que competimos».

En su negocio de la 9 de Julio al 912 (Sta. Bárbara) donde hemos ido muchas veces para hablar de deporte y seguir aprendiendo algo de rugby, de su ‘endiablado’ reglamento, al menos para nosotros, este neuquino de nacimiento y uruguayense por adopción nos recibe y nos cuenta sus sensaciones de este momento.
¿Cómo se compone tu familia?
En la familia somos cuatro; mi señora Noelia, gran compañera y soporte , además de mis hijos Salvador (6) y Delfina de cuatro años.

¿Cuándo y porqué comenzaste a jugar al rugby?
Arranqué a los 5 años porque mi vieja (Viviana Rearte) por invitación de un amigo del trabajo me llevó a jugar en el Neuquén Rugby Club. Ahí jugué hasta que me vine a vivir acá, jugué tres años y después seguí en Barbarie. Dejé un tiempo dado que jugué al fútbol en Parque y a los 12 volví a jugar al rugby dirigido por Nacho Uncal. La verdad es que me llamaba la atención, conocía a gente que lo jugaba y también arrancó a jugar mi hermano (Hernán). Ahí fue mi primer entrenamiento en el CUCU, debe haber sido año 95/96, de lo que recuerdo de ese tiempo.

¿Practicaste algún otro deporte además de rugby y fútbol?
Si. Hice canotaje y natación en Regatas Uruguay aunque pocos años, no más de dos.

¿Cuál consideras es tu mayor virtud para jugar el rugby?
Una buena pregunta que puede tener una larga respuesta. Cuando arranqué era un jugador más de penetrar, cortar la línea de la ventaja, ganar la espalda; eso cuando las piernas daban. Después me defendí bastante bien con el pie. Inicialmente, hasta los 26 años, que se entrenaba más era un jugador de romper la línea de ventaja y bastante completo con las piernas y el juego de manos. Esto, por otro lado, era una característica del equipo de ese tiempo, jugadores de mi edad o más grande tenían muy buen juego de mano. Cuando fueron pasando los años, ya por algo natural del físico, fui jugando más parado, más con el pie, con mayor inteligencia y a no mandarme tanto. Pero más joven, con las piernas más ‘picantes’ hacía diferencia por ese lado. Después me tocó mucho patear a los palos que es algo que, si se practica, no fallas y si no lo entrenas podes tener buenos y malos días.
¿Hincha de quien sos y qué jugador modelo tenes en el mundo y en el CUCU?
Soy de Boca y en lo que hace a mis jugadores referentes siempre me he fijado siempre en Los Pumas y con tantos años viendo rugby tengo varios. Siempre me fijaba en Felipe Contepomi, Juan Martín Hernández o Nico Sánchez. Siempre le miraba la posición y cómo jugaban ellos porque tenían la misma posición en la que jugaba yo. En el rugby internacional te puedo nombrar millones pero lo que más miraba eran Los Pumas. En el CUCU tuve varios compañeros muy buenos pero cuatro o cinco de esos que decís ‘son diferentes’, que hacían la diferencia a la hora de jugar. Te vas a sorprender con los que voy a mencionar, Lalo (Mir), Nacho (Uncal) y el Chule (Classen) han sido los jugadores qué más diferencia han hecho. También Jorge Hermelo, Seba Faure o el Gordo Richard. Después había jugadores muy completos pero la mayoría eran muy buenos jugando con las manos. Tengo muchos más para nombrar dado que esa fue la característica del equipo durante años y que lo llevó tan alto.

Ganar tantas veces el Provincial ¿fue lindo al principio y cansador al final?
Sii. Fue tal como lo decís. El provincial fue lindo al principio, teníamos un plantel muy largo; estuvimos cuatro años invictos y perdimos el primer partido al quinto año. Pero después nos jugó en contra y más a los de mi camada que estábamos en la edad justa para poder apuntar a jugar en niveles más altos. Por las distancias, por lo económico y todo lo que pasó en ese tiempo nos quedamos con el Provincial jugándolo tanto tiempo. Pero se hacía todo muy monótono, ganás casi todos los partidos por goleada, casi sin entrenar y se va perdiendo motivación. Perdimos una gran ocasión en ese comienzo porque nos dábamos cuenta que estábamos en un gran nivel cuando podíamos jugar contra equipos de Santa Fe o los mejores de Paraná era de igual a igual. Después de mucho tiempo en el Provincial volvimos a jugar y ya no era lo mismo. Físicamente, mentalmente, veocidad, plantel, formaciones fijas, en todo nos habían sacado ventaja.

¿Ganar el Seven de la Playa era algo más importante que un Provincial aunque sea un torneo de verano?
El Seven es un evento más que nada para promocionar el deporte, aprovechar la playa, el verano, poder juntar plata y nada más que eso. Pero se daban otras oportunidades, venían equipos buenos, jugadores buenos, se juntaba mucha gente, era algo diferente. En lo deportivo no era muy importante pero servía para promocionar el deporte, para que la gente vea lo que se hace en la ciudad dado que ir al CUCU queda un poco lejos y atraer gente a que comience a jugar. Estaba bueno medirse pero en lo deportivo, más allá de que seamos protagonistas, no es mucho.
¿Cómo viviste la participación en el Regional en 2019?
En el 2019 jugué poco, tuve mi ‘vieja’ enferma. Donde más jugué fue en 2018. Pero volver al Regional fue lo mejor que le pasó al club en los últimos años. La competencia es todo, poder tener esta clase de partidos es muy importante. Más allá de que la estructura del club no está preparada, en la cantidad de personas, plantel, entrenadores, organizaciones no está muy preparada pero es la forma de comenzar a hacerlo para llegar a esa estructura. Y pese a so los resultados de los partidos fueron buenos, se viajó bien. Con los planteles casi completos, se puede decir que fue súper positivo.

¿Para jugar ese torneo se debe agrandar, principalmente, la base de jugadores?
Sin dudas. Tenes que tener una base de jugadores grande. No sólo para cubrir las distintas posiciones en el campo sino para tener competencia interna en el plantel y poder hacer algo más competitivo, siempre pensando en avanzar y para eso tenes que agrandar la base de jugadores. También salir de la ‘cabeza provincial’ meterse en la ‘cabeza Regional’ donde ya se necesita mayor preparación física, cuidarse mejor, principalmente los más jóvenes. Esto debe ser más organizado que un provincial por lo que hay que trabajar intensamente en infantiles e inferiores para que surjan más jugadores. Hay que tener en cuenta que tenes que viajar con 30 jugadores para los dos partidos más allá de que alguno pueda jugar los dos partidos pero el ideal es tener los 15 de primera bien descansados. Se complica con el transcurrir de la competencia ya sea por razones personales, laborales, lesiones y por eso es importante contar con muchos jugadores.

Consideramos al grupo de trabajo de rugby del CUCU como el mejor del deporte uruguayense. ¿Cuál crees que es el secreto para que ello ocurra?
No tengo mucha idea de los otros deportes pero lo que veo en el CUCU es la unión, hay mucha gente que le ha puesto mucha garra, bien o mal, pero con la idea fija de que el club mejore. No sacar ningún beneficio de nada, entrenadores que no cobran, todos tirando para ver el club en lo más alto. Poniendo el hombro siempre.

Si tenés que elegir una sola cosa ¿con qué te quedás de este largo tiempo en el rugby?
Con lo que me quedo son los innumerables recuerdos y la cantidad de gente que pasó, que me tocó conocer. La calidad de gente, el grupo de amigos y el sentimiento por el club. Amigos que ves cada vez que vas al club. Lo deportivo también lo valoro pero me quedo con lo otro.
¿Cómo ves tu futuro para esta temporada?
Todavía no se sabe nada de la forma en que se va a jugar y desde cuándo; se habló de junio pero no hay nada en firme. En lo personal voy a esperar si se hace alguna pretemporada y arrancaré como para dar una mano. Se que a los 39 que voy a cumplir ahora se que no se puede competir con chicos de 20 años, salvo que seas un Lalo Mir, ya se hace difícil. En los últimos años ya todo me costaba bastante. También está lo laboral, los chicos pero siempre voy a estar para dar una mano. En las intermedias o apoyando al club en lo que sea, para eso siempre voy a estar.
Te vemos mucho en las plateas del Núñez, visto de afuera ¿qué pensas que le falta a Gimnasia para recuperar el nivel que alguna vez tuvo?
Creo que a Gimnasia le falta un proyecto, viven emparchando, trayendo jugadores y con problemas de sueldos. Creo que, primero debería ordenarse dirigencial y administrativamente y después apoyarse en un proyecto y mantenerlo. Visto muy desde afuera es una lástima que cn la trayectoria que tiene Gimnasia, recordando esos años gloriosos de pelear por un ascenso y ahora verlo sufrir año tras año.

Lo que quieras agregar para el cierre…
Lo que agregaría, de estar tanto tiempo en el club, es pedirle a los pibes de 19, 20 o un poco más un poco más de compromiso personal, que se entrenen a conciencia, algo que uno no hacía o que hacía a medias y que cuando querés acordarte se te pasó el tiempo. Por salir, por entrenarte menos, faltar y después te reprochás no haberte entrenado más. Hay muchos chicos que juegan bien, que tienen físico privilegiado pero que no lo aprovechan en su totalidad y es una pena que cuando lleguen a la madurez se pierdan en otras cosas. No sé si tengo autoridad para dar un consejo pero que lo tomen de quien vienen.

(Fotos propias, de Ernesto Molina y gentileza Gato Viejo)

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